M. Saidijam, K.E. Bettaney, G. Szakonyi, G. Psakis, K. Shibayama, S. Suzuki, J.L. Clough, V. Blessie; A. Abu-bakr, S. Baumberg, J. Meuller, C.K. Hoyle, S.L. Palmer, P. Butaye†, K. Walravens†, S.G. Patching; J. O’Reilly, N.G. Rutherford, R.M. Bill‡, D.I. Roper§, M.K. Phillips-Jones* and P.J.F. Henderson
Biochemical Society Transactions (2005) Volume 33, part 4
Se sabe que la membrana de las bacterias es impermeable a los nutrientes necesarios para el metabolismo. Por ello, la toma de nutrientes depende de la presencia de una proteína transportadora, que active y se acople a la energía metabólica para dirigir el transporte hacia el gradiente electroquímico del soluto. Las bacterias tienen mecanismos dependientes del medio ambientes y por medio de un sensor y sistema de respuesta (Figura 1) facilita la actividad metabólica de la célula.
Figura 1 Esquema representativo de los mecanismos de transporte y de los sensores en bacteria. |
Por tanto, el objetivo del artículo es evaluar los distintos mecanismos de transporte de 12 organismos (Gram-positiva y Gram-negativa) mediante distintas técnicas para determinar cuál de éstos es más eficiente. De manera general, se concluye que todos y cada uno de los mecanismos y sus proteínas involucradas, presentan una alta regulación. No obstante, remarcan que dichas evaluaciones han permitido identificar cuáles son las proteínas de alto impacto sobre el metabolismo de las células en caso de que alguna esté dañada, de esta manera, es posible prevenir infecciones o alteraciones como tal.
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